La importancia de los Neuroderechos y la protección del cerebro en la Nueva Constitución

La importancia de los Neuroderechos y la protección del cerebro en la Nueva Constitución

03 Marzo 2022
Académicas del campo de la neurociencia y el derecho plantean el valor de legislar sobre la protección de información de las personas frente a los avances de la neurotecnología.
Guillermo Adrianzen >
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La importancia de los Neuroderechos en la Nueva Constitución

La clínica Lacuna INC se especializa en borrar recuerdos de manera selectiva según los requerimientos del paciente, mediante un método no invasivo que actúa durante la fase de sueño.

Así funcionaba la compañía que borraba los recuerdos en Eterno Resplandor de una Mente Sin Recuerdos (2004), película protagonizada donde una ex pareja compuesta por Kate Winslet y Jim Carrey decide eliminar los registros de su antigua relación. Ciencia ficción pura, casi dos décadas atrás; técnicas  que en la actualidad ya no tienen tanto color futurista en relación con los avances de la ciencia en el campo de los estudios neurológicos.

Días atrás la Unesco habló de Chile como país “pionero en la protección de neuroderechos”, destacando la aprobación del proyecto de ley que establece una regulación inédita en derechos del cerebro. La Ley de Neuroderechos se posiciona en un área que mira con asombro, pero también con precaución, los avances tecnológicos relacionados en el campo de la neurociencia y los conocimientos cada vez mayores sobre cómo funciona la mente humana.

Se habla de ellos, incluso, como un derecho humano de nueva generación que debe ser resguardado de forma transversal para garantizar el bienestar y libertad de una persona. Ximena Sepúlveda Barrera, abogada con magíster en Derecho Penal y jefa de la Unidad de Propiedad Intelectual de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Concepción, explica que se regula sobre los neuroderechos para cuidarlos de los alcances de la neurotecnología. Esta ciencia, por su parte, conduce al replanteamiento de materias penales y procesales del Derecho. 

“Los efectos de tal relación pueden llevar al replanteamiento de nociones claves como la libertad, la voluntad, el libre albedrío y la responsabilidad y, consecuencialmente, el castigo, cuestiones que son muy relevantes, en general, en materia jurídica", explica la académica.

Uno de los asuntos que obliga a legislar tiene que ver con la privacidad de las personas, la cual podría ser vulnerada en caso de que se aplicase un uso sin ética de los conocimientos del campo científico. Una “revolución” ya inminente, según plantea Ximena Sepúlveda, donde se cruzan avances que mejoran la salud con conductas que, eventualmente, podrían derivar en atentados contra la libertad humana.

“Los avances en neurotecnología e inteligencia artificial están permitiendo un mayor acceso a la información acumulada en el cerebro de animales y de personas, lo que podría marcar el comienzo de una revolución que permitiría eventualmente descifrar la base científica de cómo funcionan nuestras mentes, facilitando de esta forma la comprensión y la obtención de tratamientos para enfermedades mentales, neurológicas, pero también, combinadas con la inteligencia artificial, éstas podrían usarse para descifrar y manipular procesos mentales y para aumentar cognitivamente a las personas”, agrega Sepúlveda.

La importancia de un lugar en la Nueva Constitución

“Nuevos derechos humanos que protegen la privacidad e integridad mental y psíquica, tanto consciente como inconsciente, de las personas del uso abusivo de neurotecnologías” (Proyecto de Ley de Neuroderechos, Artículo 2d)”

Categorizar la protección del cerebro de las personas como un derecho humano es una conversación que se viene instalando desde 2017 por el campo científico. Como un derecho de tercera generación, donde se define el sustrato neurobiológico del ser humano y la información que desde ahí se puede extraer. Chile, al legislar en la materia, avanza a identificar daños potenciales y definir eventuales responsabilidades. Y llegado el caso, “¿Quién sería responsable de tales daños?”.

Es la pregunta que plantea la doctora Chiara Saracini, investigadora en Neurociencias Cognitivas de la Universidad Católica del Maule, quien destaca el valor de que en el país exista un proyecto de ley que define los neuderechos.

“El hecho de que la ley de Neuroderechos sea incluida en una Constitución, significa que se considera como un tema importante a debatir no sólo desde un punto de vista científico, sino que también ético y legal, siendo que es un campo inexplorado y en el cual falta vigilancia y regulación. Adelantar estos temas en la Constitución frente a un futuro que parece orientado al desarrollo de la así llamada ‘Sociedad 5.0’ hace que Chile sea pionero en el mundo, lo que claramente incluye ventajas y desventajas, pues se trata de algo nunca realizado antes”.

Acerca de las desventajas, la académica habla del valor que actualmente tiene la Big Data, definiéndola comoel bien más preciado” para la ciencia, las empresas e incluso gobiernos, pues el procesamiento de esta información deriva en un control mayor sobre la sociedad. En este punto, se hace urgente regular el acceso a la información, por ejemplo, sobre la actividad neuronal involuntaria que revela gustos, intereses, capacidades, deseos y conductas de una persona.

“Lo que se necesita en primer lugar es transparencia, y en segundo lugar, regulación ad hoc porque los datos cerebrales no son ‘cualquier tipo de dato privado’, no funcionan de la misma forma, y no se pueden obtener de la misma forma que los datos personales que actualmente se contemplan” fundamenta Saracini.

El 2 de febrero pasado la Comisión de Conocimiento, Culturas, Ciencia y Tecnología de la Convención Constitucional votó —10 a favor y 3 contra— una iniciativa que consagra “El derecho a la protección contra contra los usos indebidos de ciencia y tecnología en perjuicio de la vida, la salud o la integridad física o síquica de las personas”.

A lo anterior, se suma la iniciativa que pretende crear un Consejo Nacional de Bioética que en su función central deberá asesorar al Estado en asuntos bioéticos que deriven de avances científicos y tecnológicos.

“Día a día aumentan que requieren el análisis bioético, como se ha mencionado, la bioética tiene pertinencia sobre otras áreas de la investigación y acción, por ejemplo, en las políticas de inteligencia artificial, las gobernanza de datos y la regulación de plataformas digitales”, fundamentó la constituyente Loreto Vidal al presentar la iniciativa para crear el organismo a la Comisión de Sistemas de Conocimiento, Culturas, Ciencia y Tecnología.

La conformación de una entidad como la que propone Loreto Vidal se alinea con los requerimientos que demanda la legislación sobre neuroderechos, que como ya valora a nivel internacional, ubicará a Chile a la vanguardia en un derecho humano de nueva generación sobre el cual se deberá regular próximamente de forma global.

Este contenido es publicado como parte Mapa Constituyente una iniciativa conjunta entre The Clinic, Súbela, Ladera Sur y Mi Voz que tiene por objetivo acercar el debate de la Convención Constituyente a la ciudadanía.