Los primeros evaluadores son los progenitores, posteriormente los médicos, que evaluarán su desarrollo físico y sicológico y también ejerce esta función el entorno familiar que es un evaluador permanente del desarrollo del niño y sus integrantes son los responsables directos de entregar los valores morales que le acompañarán durante toda su vida.

El gran paso en su desarrollo  socio cultural lo  tendrá el niño en la escuela que en forma planificada tratará de corregir las conductas, hábitos y costumbres no deseadas  y que podrían ser un obstáculo para una mejor inserción en una sociedad.

Se ha dado  conocer en algunos medios de comunicación un video en que la conductora de un programa infantil recibe una sorpresiva respuesta de uno de sus panelistas al preguntar quién era el ladrón en el tema que estaban analizando y una vivaz participante levantó la mano como lo hacen en la escuela cuando la profesora les hace una pregunta para evaluar cómo  han recibido los niños la comprensión de la lectura de un texto determinado y contesta con toda la ingenuidad que la pregunta ameritaba  y la respuesta dejó a todos en un suspenso que provocó la risa de los televidentes lo cual indica que esta niña habría escuchado en su núcleo familiar alguna conversación  que aludía a los integrantes de nuestro Congreso Nacional y los niños se quedan con esa opinión que denosta a los parlamentarios. 

Esto pasa en muchas otras ocasiones cuando los adultos  comentan frente a los niños algunos temas candentes y emiten opiniones negativas de personas o instituciones y éstas quedan grabadas en las mentes de los niños.

Cada vez que hay una evaluación de por medio, hay una persona o grupo de personas que piensan y deciden por los  demás,  opiniones que determinan  los ganadores del cargo que se anhela  en la empresa, o la factibilidad de ser elegido para un servicio público, o designaciones políticas a un puesto de confianza ejemplos dados sólo por nombrar algunos en que las evaluaciones son necesarias y fundamentales.

No siempre a los cargos de representación popular llegan personas con la idoneidad requerida y éstos son factores básicos para satisfacer las expectativas puestas en ellos.

Cada momento de la vida hay que aprovecharlo para mejorar lo existente, respetando a las personas, a las instituciones legalmente constituidas, el medio ambiente en que estamos insertos y mantener en la comunidad una sana convivencia que permita respirar un verdadero aire de libertad y de respeto mutuo.

Cuando una sociedad está enferma, hay que aplicar los correctivos de inmediato y hacer imperar  la cordura, el equilibrio emocional y así evitar las desavenencias que podamos tener por la propia idiosincrasia humana, a veces con fatales e inesperadas consecuencias como es el bullado caso de los aportes económicos a las campañas de los parlamentarios.-

Hay instancias legales que respaldan y defienden los derechos de las personas y a ellas debemos recurrir cuando las diferencias puedan ser foco de un conflicto y no hacer justicia con nuestras propias manos.

La Justicia evalúa a sus jueces y entrega las sanciones a sus funcionarios cuando alguno de ellos no regula su acción de acuerdo a las normas establecidas al respecto.- Los gobiernos y sus ministerios también lo hacen y la sociedad en sí misma lo practican permanentemente lo que indica que la evaluación es un proceso permanente en nuestras vidas y no hay drama alguno de que seamos constantemente evaluados directa o indirectamente y este proceso en nada denigra nuestra personalidad e incluso debemos ser capaces de autoevaluarnos.